Aquellos que hayan disfrutado anteriormente del manga de
Akame ga Kill!, recordarán el épico enfrentamiento entre el maléfico Imperio y los terroristas del
Night Raid, un grupo de asesinos revolucionarios que encabezaban la última resistencia contra su terrible y cruel hegemonía.
Tras los sucesos vividos durante esos quince tomos, veíamos como los pocos héroes supervivientes separaban sus caminos. En el caso de
Akame, su camino la llevaba al lejano oriente, en busca de una solución a la maldición que ahora aquejaba al protagonista,
Tatsumi, y ahora a ella misma tras haber usado al límite su Arma Imperial.
Así es como nuestra historia nos lleva al país de
Wakoku, un conjunto de islas con estados en guerra muy similar al Japón de la era Sengoku... hasta el punto que el autor ha decidido llamar a esta época
Sengoku también en este universo, por si se nos escapaba el paralelismo <_ p="">
Tras un inicio sangriento y repleto de violencia que nos deja claro que el tono de la historia no abandona lo mostrado en
Akame ga Kill!, se nos presenta a su protagonista, una joven muchacha de una región pesquera llamada
Hinowa.
La madre de
Hinowa fue una valiente muchacha como ella misma que partió a la guerra con el sueño de poder así terminar con las penurias en las que el país se encuentra sumergido, con toda una serie de bandos pugnando por ser aquellos que unifarán la región bajo su mando.
Como heredera de los sueños de su madre, Hinowa ha crecido huérfana y se ha tenido que valer por si misma sobreviviendo al mismo tiempo en que junto a otros jóvenes en su misma situación ha entrenado sin parar, intentando estar preparada para la siguiente llamad a la batalla.
El destino quiere que sea Hinowa quién encuentre a una desfallecida Akame en la costa, a quién cuida hasta su recuperación.
Las dos muchachas se hacen amigas rápidamente, y es la propia Akame la que ayuda a Hinowa a terminar su instrucción como guerrera antes de que la guerra llegue hasta su territorio... y la muchacha deba al fin retomar el camino de su madre.
Bajo esta premisa,
Takahiro traslada a Akame a esta versión fantástica de Japón, situando una vez más a Akame como co-protagonista y dejando que sea Hinowa de momento la que llegue la batuta de la historia...
... al menos hasta que Akame realmente se una a la liza y acompañe a Hinowa a la batalla.
En cuanto al aspecto artístico, esta vez encontramos a
strelka, quién parece heredar el estilo de
Akame ga Kill!, aunque de momento su trazo aun parece algo torpe y no llega a igualar la calidad del anterior dibujante.